Paul Raguénès, nacido en Lyon, Francia en 1964, vive y trabaja en Roches de Condrieu, Isère. Raguénès realiza pinturas voluminosas sobre madera que ha tratado previamente con betún o alquitrán; Las pinturas a primera vista parecen monocromáticas.

El artista aplica sobre su fondo de madera varias capas de pigmento, que ha unido con óleo. Casi invariablemente prefiere el rojo y el azul y varios matices de estos tonos.

Sin embargo, la impresión de que esto significa que pinta en monocromo sería engañosa: sería restrictivo, inválido e inútil mirarlos superficialmente y menospreciarlos como tales. Detrás de las superficies monocromáticas, lentamente se va desplegando ante el paciente espectador un complejo de colores.

Cada componente del pigmento incorporado a la obra crea su propio juego de luces y sombras, en interacción con otros pigmentos y según la perspectiva. Con sus pinturas objetuales, Raguénès muestra transiciones, transformaciones y diferenciaciones: en su obra, nos demuestra cómo la luz influye en el color.